viernes, 16 de abril de 2010
Hoy es uno de esos días en los que necesitaría estar rodeada de una multitud que me aturdiera, que me impidiera escuchar mis pensamientos, y donde nadie esperara escuchar mi voz.Hoy es uno de esos días en los que nada está claro, nada es fácil, nada es agradable, en los que quisiera estar lejos, aunque no sé el lugar, donde callar duele, pero hablar aún duele más, en los que confundo el puedo con el quiero y el quiero con el debo. Hoy es uno de esos días en los que la lágrima se oculta tras la ventana de la sonrisa, a la responsabilidad le gusta decir que no pasa nada y a la curiosidad le encantaría vestirse de desidia.Hoy es uno de esos días en los que me gustaría no ser o, por lo menos, no tener que ejercer.Hoy es un día perfecto para echarme a andar y perderme entre la niebla.Hoy es uno de esos días en que pagarías por ser cualquiera menos tú. Hoy cuesta respirar, y darías cualquier cosa por dejar de hacerlo. Hoy es uno de esos días en que no hay sol, en que el cielo es gris. Hoy es de esos días en que te escribes en tercera persona, porque el "yo" suena falso.Hoy es uno de esos días de arrancar del calendario. De esos días de buzones vacíos, de huecos en el silencio que no llenan los "¿Cómo estás?" que no escuchas. Hoy es día de agujeros negros en el alma, con toda la gravedad que genera el recuerdo.Hoy es día de mirar con una mezcla de recelo y deseo la botella de whisky que tienes en el aparador, deseándo vaciarla para que desinfecte tu alma a golpe de alcohol, y por otro, sabiendo que no hay antiséptico en el mundo que te limpie la herida.
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