«Siento el impulso de poner flores en el lugar donde estuviste, aunque quizá fue otro quien yació allí. Pero no importa: otras flores y otras lágrimas, tan amargas como las mías, se posaron donde expiraste tú. ¿Expiraste tú? ¿Acaso te dio tiempo a expirar? ¿No será posible que pasaras de la vida a la muerte saltándote el trance de la agonía?»
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